martes, 25 de abril de 2017

Objetivo Maratón. La carrera (y más).

Por fin llegó el día. Después de tanto entrenamiento, de tanta ansiedad, de tanta espera, por fin, llegó el día de la carrera y la hora de salida. Sólo puedo decir una frase: es la leche. Todos los detalles después del salto, of course!!

Imagen de las medallas que se entregarían el día de la carrera.
Durante los dos días previos ala carrera, los participantes debíamos acudir a recoger nuestro dorsal y bolsa del corredor a la feria montada en IFEMA para la ocasión. Además, todos los participantes podían participar de una "Pasta Party" el sábado 22, el día antes de la carrera. De esa no puedo hablar porque me la perdí.

El caso es que con todo organizado, después del madrugón del domingo, después de dejar las cosas en el ropero y después de caminar hasta mi cajón de salida, sólo quedaba esperar el pistoletazo de salida y el desarrollo de la prueba.

Recorrido y altímetro del 40 Maratón Popular de Madrid.

09:00 horas. Salida para los atletas de élite.
09:05 horas. Salida para el resto de los mortales.
09:20 horas. Más o menos es la hora en la que me toca cruzar el arco de salida. Empieza mi carrera.

La primera parte, subida por el Paseo de la Castellana, hasta las 4 torres la hago como pretendía, a un ritmo muy suave para ahorrar pensando en el final. Incluso mantengo ese ritmo casi hasta la separación de recorridos entre la Media Maratón y la Maratón, allá por la calle Serrano, uno de los momentos más emocionantes y bonitos, cuando todos los participantes se aplauden y se despiden hasta dentro de un rato. Estamos en el km 13 aproximadamente.

Después de subir Santa Engracia y dejar también José Abascal, empezamos a bajar hacia Quevedo, San Bernardo, Gran Vía y Sol. Ahí, casi sin querer me empiezo a acelerar y aunque miro el reloj que me dice que voy bastante rápido para lo que pretendía, yo pienso que no puede estar bien, que tiene que ser un fallo porque voy muy cómodo.

La bajada desde la plaza de Callao hasta Sol por Preciados hasta la calle Mayor para llegar a Bailén y el Palacio Real es otro de mis puntos favoritos, sobretodo al entrar en la Puerta del Sol, con un escenario y mucha, mucha gente animando, me recordó a esas escenas de las etapas ciclistas de montaña, en las que se tiene que apartar el público para que pueda pasar el ciclista. Absolutamente impresionante.

Eso parece que me dio alas para continuar y, en vez de bajar el ritmo lo mantuve, pero aún me encontraba bien. Pasé por la media martón, situada en Ferraz en 2 horas y 5 minutos. Un poquito más rápido de lo previsto, así es que no estaba tan mal. Incluso llegué a ese ritmo a la entrada de la Casa de Campo. Pero a partir del km 28 o 29 empecé a sufrir.

Aguanté hasta ahí, hasta la salida de la Casa de Campo, pero el Paseo de la Puerta del Ángel me pareció mucha cuesta para cómo estaba, así es que decidí subirla andando, coger el avituallamiento y, ya en la Avenida de Portugal volver a continuar mi camino corriendo. No se vosotros, pero después de 30 km dejar de correr y luego volver a iniciar el trote es algo absolutamente matador. Aún así, continué con un "trote cochinero" más o menos hasta la Ronda de Segovia (km 35 aproximadamente). Me paraba en los avituallamientos y comía y bebía tranquilamente para recuperar algo de fuerzas.

Desde la Ronda de Segovia hasta enlazar con Príncipe de Vergara fue un verdadero calvario, a veces andando (las más) y a veces corriendo (las menos). Hubo un compañero que me encontró, que también iba un poquito perjudicado y que me ayudó una barbaridad a hacer algunos tramos corriendo, bueno, lo de correr es un eufemismo, más bien dando saltitos. Desde aquí mi más sincero agradecimiento!!

Y así, hablando, bebiendo y acompañándonos llegamos hasta los 2 últimos kilómetros que ya si, sin descanso hicimos corriendo lo mejor que pudimos para entrar juntos en la meta. Un verdadero subidón. Más viendo a mi familia esperarme y animarme un poquito antes de cruzar la meta. Como decía al principio, es la leche. esas sensaciones no se pueden describir. La emoción me invadió y lo celebramos con familia y amigos.

Objetivo cumplido.
Ahora, después de la carrera. Primero muchas gracias a todos los familiares y amigos que se han interesado por mi, que me han animado antes y que me han preguntado después. Eso hace que la maratón sea aún más especial. También tengo que agradecer especialmente a mi mujer por aguantarme todos estos meses con tantos entrenamientos y ayudarme a hacer alguno para el que creía que no tenía fuerzas.

El día de la carrera, por la tarde estaba, como supongo que muchos participantes, tirado sin hacer nada y cada vez que me levantaba veía las estrellas, pero era sólo al principio, así es que decidí que igual no era bueno estar tan parado y me di un par de paseos cortos. Desde entonces he intentado moverme lo máximo posible y creo que me está ayudando mucho a no tener demasiadas secuelas. Estoy cansado, un poco dolorido, con algo de sobrecarga, pero ya estoy pensando en calzarme las zapas para correr un poquito, a ver qué tal me sienta. Y de usar la bici también, para descargar y disfrutar.

Siento haberme extendido más de la cuenta, pero tenía que contarlo todo. Ha sido un verdadero placer disfrutar del 40 EDP Rock'N'Roll Madrid Maratón. Y la medalla es un verdadero tesoro.

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